¿Por qué no debes precipitarte al aceptar tu primer empleo?
Dos de cada 3 graduados lamentan haber aceptado el primer empleo que se les ofreció. Hay 5 errores en que podrías estar incurriendo al buscar trabajo.
Sólo 1 de cada 20 jóvenes se arrepintió de la carrera o maestría que cursó.
No resulta extraño que los jóvenes profesionales se sientan impacientes por entrar al mercado laboral después de dejar atrás la universidad o una maestría. Es comprensible que estén ávidos de empezar a labrar su propio camino.
Sin embargo, recientes resultados de la encuesta Driving New Success: Strategies in graduate recruitment, de CEB, muestran que la mayoría de los jóvenes profesionistas a nivel global se arrepienten de haber aceptado el primer trabajo que se les ofreció.
Mientras que las ganas de contribuir y aportar valor a una empresa a través de tus conocimientos y habilidades resulta admirable, precipitarse en aceptar un puesto que no va con tu expectativa laboral, no lo es. Al hacerlo estás garantizando que tarde o temprano tengas que dar un par de pasos hacia atrás en tu carrera o, peor aún, vas a terminar irrevocablemente atrapado en un trabajo que no te proporcionará ninguna satisfacción.
Sé paciente en tu búsqueda de empleo
Precipitarse en el proceso sólo conlleva un cansancio que te provocará aceptar cualquier trabajo, sea el que sea.
La recomendación es adoptar un enfoque estratégico en la búsqueda de trabajo, ya que a menudo este proceso puede ser frustrante y agotador. Sin embargo, ¡la clave es no darse por vencido!
Estos son algunos de los errores que quizá podrías estar cometiendo en tu búsqueda de empleo y, por tanto, no logras tu objetivo:
×Al tener poca experiencia estás exagerando la verdad.
×Estás aplicando para cada puesto de trabajo que encuentras.
×No se estás personalizando tus solicitudes.
×Tienes un perfil poco profesional en las redes sociales (muchas empresas ahora lo revisan).
×No eres lo suficientemente persistente.
Piensa a 5 años
Una tendencia común en este tipo de talento es obsesionarse con grandes empresas trasnacionales, pero no te conformes con una oferta de trabajo mediocre sólo porque proviene de una de ellas; piensa en un panorama más amplio, y evalúa cuál sería el tamaño de la empresa donde te gustaría trabajar y sobre todo en cuál te sentirías más cómodo.
Por otro lado, es útil tener una idea fija de tus ambiciones y metas. Recordarte estos objetivos a menudo te ayudará a evitar que te desvíes de la trayectoria adecuada. Ahorra tiempo y energía mediante la elaboración de un plan a cinco años: ¿Dónde quieres estar en cinco años?, ¿Cómo vas a llegar?, ¿En qué empresa puedes lograr este plan de carrera?
Recuerda que no todas las empresas tienen grandes organigramas y no todas ofrecerán las mismas condiciones laborales: horarios, vacaciones, prestaciones, seguros, entre otros.
Tener una estrategia de este tipo y la buena comprensión de adónde quieres ir en tu carrera te ayudará a centrarte en tu búsqueda de empleo. Si lo has evaluado adecuadamente, entonces estarás mucho más seguro de la posición que quieres considerar al ver ofertas de trabajo, es decir, será poco probable que tomes una decisión de la que te arrepentirás más tarde.
Date la oportunidad
Hoy, 2 de cada 3 graduados lamentan haber aceptado el primer puesto de trabajo que se les ofreció, y sólo 1 de cada 20 se arrepintió de la carrera o maestría que cursó. Esto demuestra que los jóvenes profesionistas no se arrepienten de su campo de especialización, sino de no continuar su carrera profesional en el rubro que desean.
Por ello, ahora es cuando tienes una mejor oportunidad de ganarte la vida en la industria que prefieras. Es sólo cuestión de tomarte el tiempo de hacer tu propio business plan. Recuerda que tú eres tu producto más importante, así que analiza dónde invertir tu tiempo y busca a los mejores inversionistas (empresas) para ti.
¡Mucho éxito!
Fuente:
http://www.forbes.com.mx/